El acento diacrítico o tilde diacrítica es el que se emplea para distinguir significados en pares de adjetivos, frecuentemente monosílabas, de las cuales una es regularmente tónica (la que resalta en la pronunciación), mientras que la otra átona en el habla. Las palabras que forman estos pares pueden tener el mismo origen etimológico (por ejemplo más y mas, ambas del latín MAGIS) o no (por ejemplo mi —apócope de mío —del latín MEUS y mí, del latín MIHI o MĪ). Los diacríticos se usan ampliamente en diversas lenguas romances, entre ellas el español, el gallego, el asturiano y el catalán.
Sin embargo, la tilde diacrítica no sirve para distinguir cada uno de los pares mínimos, opuestos por la tonicidad, que existan en español: por ejemplo, la preposición átona para y la forma verbal para (de parar) o el sustantivo masculino tónico don y el tratamiento átono don, así como la preposición de y el pronombre te átonos frente los nombres tónicos de las letras t y d, ya que estos últimos aparecen solo en contextos muy restringidos e imposibles de haber caso de ambigüedad. Asimismo, tampoco se usa el acento diacrítico cuando palabras con la misma escritura son tónicas y no tienen una o más correspondientes átonas. Por ejemplo, ve(tercera persona singular del presente del indicativo del verbo ver) y ve (segunda persona singular del imperativo de ir) no se diferencian con tilde diacrítica, puesto que ambas son tónicas en el habla. No obstante, en el caso de sé (primera persona singular del indicativo de saber) y sé (imperativo de ser), ambas formas deben llevar
Comentarios
Publicar un comentario